Pilar Cortés
05 Oct
05Oct

Continúa la lucha por la autodeterminación e independencia de la República Saharaui, territorio que se encuentra bajo la ocupación marroquí desde 1975. Entrevistamos al embajador en la República Argentina, Mohamed Alí Alí Salem.

La República Saharaui se encuentra bajo una ocupación sistemática, primero por parte de España y actualmente por parte de Marruecos - con injerencia española -, cuyo fin es la extracción de recursos naturales y la apropiación de sus tierras.

El Frente Popular para la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro (Frente POLISARIO) es el movimiento que representa a la liberación nacional del Sáhara Occidental. Fue fundado el 10 de mayo de 1973 para liderar la lucha nacional por la independencia, y reúne ‘’todas las tendencias e ideologías políticas bajo el único objetivo nacional de liberar los territorios ocupados de la República Árabe Saharaui Democrática mediante todos los medios legítimos de lucha, incluida la resistencia armada’’.

Su presidente es Brahim Ghali - figura histórica en la lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui; participó en la creación del Movimiento Nacional de Liberación Saharaui, en la Intifada de Zemla (1970) y en la fundación del Frente Polisario (1973) y la República Saharaui (1976).

El representante en Argentina es el embajador Mohamed Alí Alí Salem - poeta reconocido por su trayectoria en materia de diplomacia y de lucha por el reconocimiento de su pueblo -, a quien entrevistamos:

-¿Cómo es la situación actual para el pueblo saharaui?

 Es una situación de lucha y resistencia desde hace 50 años, una resistencia contra Marruecos. También se debe contar que hubo dos años de lucha contra España que la obligaron a aceptar el referéndum de autodeterminación al cual se comprometió con Naciones Unidas y con el pueblo saharaui y que al final no cumplió, se retiró abandonándonos sin cumplir su palabra y entregándonos a Marruecos. Desde ese momento - noviembre de 1975 - hay una guerra contra Marruecos. En esta guerra hay dos etapas, una desde esa fecha hasta el 6 de septiembre de 1991, donde Marruecos levanta la bandera blanca, pide el cese al fuego para poder celebrar un referéndum de autodeterminación que al final no lo cumplió. Ya vamos casi 30 años esperando la celebración del referéndum que Marruecos nunca quiso, sólo lo dijo de palabra para que pare la guerra, para que se detenga la lucha del pueblo saharaui por su tierra y por sus recursos, por su soberanía y dignidad.  Luego Marruecos rompe el cese el fuego y se inician de nuevo las hostilidades hasta hoy en día, no ha habido un día en estos casi 5 años en donde no se hostigue a las fuerzas ocupantes marroquíes que están atrincheradas detrás del Muro de la Vergüenza, un muro que levantó Marruecos de 2.700 kilómetros a lo largo de todo el Sáhara, donde tiene más de 300.000 soldados a lo largo del muro. Esa es una parte de la lucha. 

La otra lucha se lleva a diario en los campamentos de refugiados que llevan desde febrero de 1976 en el sur de Argelia. Es un trozo de tierra argelina que nos han cedido generosamente, viendo que íbamos a ser víctimas de un genocidio perpetrado por parte de Marruecos. Ahí se identifica el futuro de la República Saharaui: hay escuelas, hay hospitales en una explanada de desierto donde hemos sembrado vida, han nacido tres generaciones, allí se educan, allí son atendidos en los hospitales saharauis donde la mujer es el artífice de estos campamentos y es la que los gestiona y los dirige.  

Además de esto también está la batalla diplomática; la República Saharaui que se proclamó al día siguiente de la retirada de España -España se retiró el 26 de febrero - el 27, al día siguiente proclamamos la República Saharaui, actualmente reconocida por 84 países en el mundo, 29 de los cuales son latinoamericanos y donde tenemos 15 embajadas. Sin embargo, Argentina no es uno de los países que reconoce a la República.

  A esto se le suma también la batalla jurídica contra el expolio y el saqueo continuo de Marruecos en connivencia con empresas y gobiernos europeos, que después de varios años de batallar, hemos ganado en octubre del año pasado la batalla donde se le prohíbe a Marruecos, a las empresas y a los estados europeos comprar recursos saharauis de Marruecos. Y si tienen que comprarlos, y cito textual ‘’tiene que contar con el consentimiento del pueblo Saharaui, representado por el Frente Polisario, porque es su único y legítimo representante’’. Además de todo esto, está la batalla pacífica en la parte ocupada por Marruecos del Sáhara Occidental, donde hombres y mujeres luchan a diario contra la represión y contra la ocupación marroquí.

-¿Cuál es la opinión pública en España y en Europa en general sobre la ocupación que están perpetuando allí? 

Hay que diferenciar: existe la España popular, de los pueblos, donde apoyan al pueblo saharaui y condenan la ocupación marroquí. La España oficial - hasta la llegada de Pedro Sánchez - ha intentado mantener una postura de apoyo a las resoluciones de las Naciones Unidas, que están a favor de la lucha del pueblo saharaui. Luego existe la España de Pedro Sánchez, que se ha vendido a Marruecos, y acepta que el Sáhara sea parte de Marruecos mediante una autonomía ficticia que no va a existir en ningún momento, porque Marruecos no tiene un gobierno autónomo: es una narcodictadura porque se sustenta con lo que roba del pueblo saharaui y con el hachís, las drogas que ellos mismos proporcionan y venden en el mundo, sobre todo ahora. 

En los otros países existe un gran movimiento solidario y de apoyo en toda Europa (Francia, Italia, Suecia, Alemania, Austria, Portugal, Dinamarca). Aquí se diferencian las posturas, Francia por ejemplo ha sido siempre el aliado de Marruecos en la ocupación del Sáhara. Los demás mantienen una postura de apoyo a las Naciones Unidas. Cabe destacar que Naciones Unidas lleva una misión que tiene 30 años sin poder resolver el tema, que se podría resolver con una consulta, un referéndum, un plebiscito. 

-¿Han habido avances con respecto a la independencia del Sáhara Occidental? 

Nosotros - el Frente Polisario - somos el miembro fundador de la Unión Africana, tenemos embajadas en muchos países africanos y en América Latina, Asia y vamos avanzando. Para nosotros es innegociable el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia. Estoy seguro de que muy pronto habrán resoluciones favorables a su independencia y al retorno de su tierra.

-Siendo que el Sáhara Occidental y Guinea Ecuatorial comparten una misma historia de ocupación por parte de España, ¿hubo o hay cooperación entre ambos? 

Obviamente nos une el lazo cultural y de la lengua que compartimos, como con Latinoamérica: somos el único país árabe de habla hispana. Guinea reconoce a la República Saharaui desde hace 40 años; mantenemos relaciones pero sobre todo dentro de la Unión Africana. No son tan profundas como las que tenemos con Argelia, Etiopía, Tanzania, Namibia, pero sí, hay buena relación. 

-¿Cuál es el rol que está teniendo la Unión Africana en este conflicto? 

La UA reconoce a la República Saharaui, tenemos una embajada para la UA en la capital de Etiopía. Aparte de eso impulsa el proceso de paz, junto con Naciones Unidas, su apoyo es claro a la independencia total y un rechazo a la ocupación marroquí. 

- ¿Observas alguna posibilidad de unión o cooperación con las revoluciones del Sahel - integrado por Mali, Níger y Burkina Faso -? 

Dos de ellos reconocen a la República Saharaui, y son Mali y Burkina Faso. Burkina Faso nos reconoce desde los tiempos del legendario y gran revolucionario Thomas sankara. Mantenemos relaciones con ambos países, parecido a la relación con Guinea Ecuatorial, pero cooperación de momento no tenemos. Hay posibilidades, como puede haber con cualquier país africano, siempre que sea por el bien del continente y de los pueblos.

Esta situación de resistencia y de lucha se produce en un contexto global de reordenamiento de los roles económicos establecidos en la división internacional del trabajo que, si bien aconteció hace más de un siglo, sus estructuras y sus consecuencias han permanecido hasta el momento. Son los movimientos anticolonialistas y antiimperialistas quienes están llevando a cabo estas transformaciones socio-económicas, liderados por la memoria de figuras como Thomas Sankara y Patrice Lumumba (entre muchas otras) y orientados hoy en día por líderes como Ibrahim Traoré en Burkina Faso, Assimi Goita en Mali y Abdourahamane Tchiani en Níger.
Cabe señalar que mientras los hombres y mujeres saharauis se encuentran divididos entre el exilio forzado y los campamentos de refugiados en Argelia, a esto se le suma el hostigamiento, la discriminación y el secuestro tanto de civiles saharauis como de activistas y defensores de derechos humanos.


Por Pilar Cortés para Data Urgente






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