El representante Samuel Moncada denunció ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una campaña de desinformación y un despliegue militar de EE. UU. cerca de Venezuela que amenaza la paz regional.
El embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, denunció ante el Consejo de Seguridad la “inminente agresión armada” de Estados Unidos, tras el creciente despliegue militar de fuerzas estadounidenses en el Caribe, a escasas millas de las costas venezolanas.Según advirtió, la operación forma parte de una campaña de desinformación y propaganda destinada a justificar una intervención bajo falsos pretextos.Durante la sesión de emergencia solicitada por Caracas, Moncada alertó que Washington ha movilizado más de 10 mil efectivos, destructores misilísticos, cruceros lanzamisiles, aviones de combate, tropas de asalto y un submarino nuclear, en una maniobra que “amenaza con desatar una catástrofe regional de proporciones generacionales”.“El conflicto no existe, lo fabrica Estados Unidos”, afirmó, señalando que la paz del Caribe está en grave peligro por una ficción impulsada por un gobierno “belicista y desesperado por atacar a toda una nación y a su pueblo”.
Según el diplomático, el objetivo real es apoderarse de los recursos petroleros venezolanos, y no combatir el narcotráfico, como sostiene Washington.“La adicción al petróleo lleva a Estados Unidos a intentar controlar todas las fuentes energéticas del planeta. Si Venezuela no tuviera petróleo, esta amenaza militar no existiría”, subrayó.Moncada también denunció que el Gobierno estadounidense ha emprendido una operación mediática que busca criminalizar a los venezolanos dentro y fuera del país, tratándolos como “enemigos extranjeros” para legitimar acciones armadas.“Estamos aquí para evitar la comisión de un crimen internacional”, expresó ante los miembros del Consejo.El representante venezolano reveló que 21 civiles desarmados fueron asesinados en recientes bombardeos de Estados Unidos contra embarcaciones en el Caribe, ataques que calificó de ejecuciones extrajudiciales.
Ante este escenario, Moncada propuso al Consejo de Seguridad adoptar tres medidas urgentes: determinar formalmente la existencia de una amenaza a la paz y seguridad internacionales; aplicar acciones concretas para evitar la escalada; y aprobar una resolución que obligue a Estados Unidos a respetar la soberanía e integridad territorial de Venezuela.“Solo pedimos el respeto de la Carta de las Naciones Unidas”, recalcó, advirtiendo que, en caso de agresión, Caracas ejercerá su derecho a la legítima defensa, amparado en el Artículo 51 de la Carta.“Si alguien cree que puede arrasarnos porque somos un país pequeño, debe recordar que Venezuela fue la tumba de un imperio”, afirmó. “Tardaremos generaciones, pero venceremos”, aseveró.China y Rusia rechazan la presencia militar de EE. UU. en el Caribe.
El representante chino, Fu Cong, calificó la operación estadounidense como una injerencia en la soberanía venezolana y una amenaza directa a la paz regional.Recordó que América Latina y el Caribe fueron declaradas zonas de paz en 2014, e instó a Washington a cesar las acciones militares y respetar la estabilidad de la región.“Rechazamos el uso o la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales”, enfatizó.Por su parte, el embajador ruso, Vasili Nebenzia, acusó a Estados Unidos de “preparar una invasión militar” bajo la fachada de una operación antidrogas y denunció que la narrativa del supuesto “Cártel de los Soles” es una invención propagandística.“La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito no incluye a Venezuela entre los países exportadores de cocaína a Estados Unidos. El 80 por ciento de la droga no pasa por ese país”, sostuvo.
Según Nebenzia, los ataques estadounidenses en el Caribe representan “flagrantes violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos”, cometidos bajo la “teoría de la excepción estadounidense”.
El diplomático ruso advirtió que un ataque a Venezuela podría “desatar una crisis incontrolable” y llamó a los países de América Latina a “defender su independencia y su soberanía regional”. Rusia y China coincidieron en que la comunidad internacional debe enviar un mensaje claro a Washington para que respete la Carta de la ONU y el derecho internacional.
AlMayadeen