TEHERÁN – La campaña de represalia de múltiples fases de la República Islámica de Irán —Operación Promesa Verdadera III— ha surgido como un momento decisivo en la historia reciente de la región.
En respuesta a la agresión no provocada del régimen sionista y al ataque respaldado por Estados Unidos contra las instituciones diplomáticas y científicas de Irán, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) lanzó una serie meticulosamente calculada de ataques con misiles y aviones no tripulados durante doce días.
Estos ataques selectivos, que ahora se sabe que han alcanzado 22 oleadas operativas distintas, desmantelaron infraestructura militar, de inteligencia y tecnológica israelí clave, lo que provocó un cese forzado de las hostilidades.
Ante una destrucción sin precedentes, Israel ha impuesto una férrea censura. Se ha prohibido el acceso a periodistas extranjeros, se han restringido las imágenes satelitales y las plataformas de redes sociales se encuentran bajo presión para suprimir contenido que muestra las pérdidas israelíes. A continuación, se presenta un desglose completo y categorizado de los objetivos más críticos atacados por Irán:
La Kirya, sede del ejército israelí
Conocido a menudo como el "Pentágono" de Israel, el Kirya, en el centro de Tel Aviv, alberga el Ministerio de Guerra israelí. Irán lo atacó en la primera oleada de la operación, atacando el núcleo simbólico y operativo del liderazgo militar israelí. El ataque interrumpió los canales clave de toma de decisiones y demostró la capacidad de Irán para eludir las defensas aéreas israelíes al más alto nivel.
Campamento Moshe Dayan
Ubicado dentro del complejo de seguridad de Tel Aviv, este centro de entrenamiento y operaciones para oficiales de inteligencia militar fue alcanzado por misiles balísticos, lo que, según se informa, causó incendios y daños estructurales. El ataque a una instalación tan sensible envió un mensaje contundente: incluso el aparato de inteligencia del régimen está al alcance del arsenal de precisión de Irán.
Base aérea Tel Nof
Ubicada al sur de Tel Aviv, Tel Nof es una de las bases aéreas más fortificadas de los territorios ocupados, y alberga aviones de combate F-15 de largo alcance y unidades de apoyo. Los daños sufridos en esta base afectaron directamente la capacidad de Israel para realizar operaciones aéreas regionales.
Base aérea de Nevatim
Nevatim, uno de los primeros y más destacados objetivos, es la principal base de operaciones de los cazas furtivos F-35 de fabricación estadounidense. El ataque a este centro de alta tecnología expuso la vulnerabilidad de las aeronaves más avanzadas de Israel, lo que obligó a suspender temporalmente las actividades aéreas.
Base aérea de Hatzerim
Hatzerim, otra base vital en el sur, alberga no solo escuadrones de cazas, sino también centros de entrenamiento de pilotos y coordinación táctica. Su ataque demostró la intención de Irán de debilitar la próxima generación de la preparación de la fuerza aérea israelí.
Base aérea de Ovda
Otro objetivo exitoso fue la base aérea de Ovda, una instalación militar israelí clave que se dice alberga sistemas de comando y control y capacidades de guerra electrónica.
Parque de Tecnologías Avanzadas del Néguev de Gav-Yam
Este centro industrial y de investigación cerca de Beersheba alberga numerosas empresas israelíes dedicadas a la ciberguerra, la inteligencia artificial y la tecnología de defensa, muchas de las cuales operan en estrecha colaboración con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Mosad. El ataque a este sitio interrumpió las capacidades de guerra digital y expuso instalaciones relacionadas con el espionaje.
Sede del Mossad en Herzliya
Aunque Israel lo ha negado, informes indican daños cerca de la principal instalación de inteligencia del Mosad. Las zonas civiles alrededor del sitio fueron acordonadas por el ejército israelí, lo que indica posibles daños a la infraestructura.
Edificio del Ministerio del Interior
En Haifa, un alto edificio que albergaba dependencias del Ministerio del Interior de Israel fue alcanzado por un misil de precisión. Se creía que este edificio coordinaba la seguridad interna y la logística de las operaciones militares. Los daños allí afectaron la coordinación y las respuestas de emergencia a nivel municipal.
Refinería de petróleo de Bazan
La refinería de Bazán es uno de los mayores centros de procesamiento de petróleo de Israel. Los daños en este sitio no solo afectaron el suministro de combustible para vehículos y aeronaves militares, sino que también dieron una señal sobre la capacidad de Irán para atacar objetivos económicos con valor militar. Como resultado de los ataques con misiles, la central eléctrica sufrió daños considerables, por lo que todas las instalaciones de la refinería y sus filiales fueron cerradas.
Central eléctrica de Haifa
El ataque a la principal central eléctrica de Haifa interrumpió el suministro eléctrico a extensas zonas del norte de Israel, incluidas zonas industriales que sustentan la producción de defensa. Las autoridades iraníes han enfatizado la naturaleza militar de estas redes eléctricas.
Central eléctrica de Hadera
Se informó que la central eléctrica de Hadera fue atacada durante una oleada posterior. Los medios occidentales guardaron silencio, pero civiles israelíes informaron de explosiones y cortes de electricidad.
Central eléctrica de Ashdod
Los misiles iraníes provocaron una potente explosión cerca de una central eléctrica en la parte sur de Ashdod, causando importantes cortes de energía en la zona.
Centro logístico de Aman
Los misiles lanzados por Irán también alcanzaron el centro logístico de Aman, parte del complejo de inteligencia militar israelí en Glilot.
Instituto de Ciencias Weizmann
Ubicado en Rehovot, el Instituto Weizmann es reconocido internacionalmente por su innovación científica, pero también está profundamente involucrado en materiales avanzados e I+D militar. Mantiene alianzas con organismos de defensa israelíes y se cree que sus laboratorios objetivo contribuían al desarrollo de tecnologías bélicas.
Desde su creación, el Instituto Weizmann ha desempeñado un papel activo en el apoyo al programa nuclear clandestino de Israel. Muchos de los científicos del reactor nuclear de Dimona eran graduados o profesores del instituto.
Sistemas de Defensa Avanzada Rafael (Haifa)
Irán atacó varias instalaciones centrales de este gigante armamentístico. Rafael produce la Cúpula de Hierro, la Honda de David y sistemas experimentales de interceptación láser. La destrucción de partes de Rafael supuso un golpe psicológico y táctico, demostrando que Irán podía alcanzar a los fabricantes de las famosas capas de defensa de Israel.
Zona industrial de Kiryat Gat
Este es un centro de producción de microchips y tecnología militar. Se dice que los ataques iraníes aquí dañaron líneas de producción cruciales para los programas israelíes de drones y vigilancia.
Aeropuerto Ben Gurión
Múltiples oleadas provocaron interrupciones del tráfico aéreo y pánico en el aeropuerto Ben Gurión. Medios iraníes informaron que municiones guiadas por satélite apuntaban a estructuras auxiliares vinculadas a la logística de defensa.
Cesarea, cerca de la villa familiar de Netanyahu
Irán atacó deliberadamente cerca de la élite gobernante israelí, lo que pone de relieve su capacidad para atacar centros de poder simbólicos.
Los medios israelíes reconocieron brevemente el ataque antes de que fuera censurado.
Para ocultar la magnitud de sus pérdidas, Israel prohibió a todos los periodistas extranjeros entrar en las zonas atacadas y a los medios nacionales publicar imágenes de la destrucción. Las publicaciones en redes sociales que mostraban los daños fueron eliminadas bajo presión gubernamental, y las principales plataformas occidentales suprimieron las etiquetas de tendencia relacionadas con los ataques. Este silencio informativo forma parte de un esfuerzo de desinformación más amplio para ocultar la verdad: que la Operación Promesa Verdadera III de Irán expuso la vulnerabilidad militar y la fragilidad política del régimen sionista.
Ola 22: El golpe final y decisivo
En la noche del 23 de junio, minutos antes de que entrara en vigor la pausa en la guerra, el CGRI lanzó su vigésimo segunda y última oleada: una fulminante descarga de 14 misiles balísticos dirigida contra instalaciones militares y logísticas sionistas en todas las regiones de la Palestina ocupada.
Esta respuesta se produjo inmediatamente después del último ataque aéreo israelí, que cobró la vida de varios civiles iraníes.
Esta última oleada dio una lección histórica e inolvidable al enemigo sionista. Fueron las fuerzas armadas iraníes quienes impusieron su voluntad —y su oportunidad— en el campo de batalla —declaró el CGRI en un comunicado publicado el martes por la mañana—.
Teherán Times