Gabriel Boric recibió este lunes a Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro, Pedro Sánchez y Yamandú Orsi para una cumbre en Santiago de Chile.
Los líderes de izquierda que asistieron a una cumbre pro democracia en Chile buscaron evitar un conflicto con Donald Trump al evitar cualquier mención a los aranceles estadounidenses, hasta que el brasileño Luiz Inácio Lulada Silva habló con la prensa después de la reunión.
Durante la reunión de alto perfil organizada por el presidente Gabriel Boric el lunes, líderes como Gustavo Petro de Colombia, Pedro Sánchez de España y Yamandú Orsi de Uruguay centraron sus discursos en la amenaza que representan la desinformación en línea y el mal uso de la tecnología.
Líderes de izquierda evitan confrontar a Trump durante cumbre, pero Lula lanza advertencia. Boric inauguró la cumbre con un llamado a defenderla verdad y la ciencia contra la desinformación y el mal uso de la tecnología.
Aunque el evento se produce poco después de la amenaza de Trump de imponer aranceles del 50% a Brasil y su defensa del expresidente Jair Bolsonaro, acusado de intento de golpe de Estado, la declaración conjunta no mencionó al líder estadounidense, los gravámenes ni la interferencia política. Solo cuando se le preguntó directamente sobre Trump, Lula afirmó que Estados Unidos debería tener en cuenta la sólida relación diplomática entre ambos países.
“Brasil no está en una guerra arancelaria”, declaró Lula a los periodistas al final de levento. “Una guerra arancelaria comenzará cuando le dé mi respuesta a Trump, si no cambia de opinión”.
Durante la mayor parte de la jornada, los participantes se apegaron estrictamente al guión de una reunión llamada a fomentar el multilateralismo, combatiendo el discurso del odio, la desinformación, la corrupción, la desigualdad y la concentración de poder en el mundo.
“Hoy, en muchas partes del mundo, la democracia está amenazada”, dijo Boric. “Esa amenaza no puede reducirse simplemente a la fuerza militar”.
Esta cumbre puso de relieve a líderes como Boric, quien hasta ahora ha eludido las amenazas de Trump, así como a otros como Petro, quien lidia con el deterioro de las relaciones con Estados Unidos.
El 16 de julio, Trump anunció que enviará cartas a más de 150 países notificándoles sobre los aranceles, en la última señal de su estrategia para instrumentalizar el comercio.
La reunión del lunes refleja la creciente cooperación en otras regiones del mundo, como la Unión Europea, que se está preparando para intensificar el compromiso con países como Canadá que se han visto afectados por los aranceles y ultimátums de Trump.
Lo que dice Bloomberg Economics:
“Hemos tenido un precedente muy reciente que podría repetirse. Estamos viendo objetivos que están en desacuerdo con Trump y también líderes progresistas que se unen, potencialmente con una declaración que él puede sentir que también es una crítica a sí mismo y a sus políticas”: Jimena Zúñiga, analista de Geoeconomía para América Latina.
La reunión en Chile marcó el primer encuentro formal presencial del grupo tras una conferencia virtual celebrada en febrero de este año. En una declaración conjunta, los cinco líderes enfatizaron la necesidad de respetar el derecho internacional, comprometerse con la paz y reformar el multilateralismo para hacerlo más participativo.
“Somos plenamente conscientes de que el mundo está atravesando un período de profunda incertidumbre en el que los valores democráticos se ven desafiados de forma permanente”, escribieron los líderes en el comunicado.
Las propuestas del grupo se presentarán y desarrollarán en su próxima reunión, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas de septiembre.
España también acordó celebrar una futura reunión de los países participantes. “Estos son países que no están dispuestos a inclinarse y hacer concesiones a Washington, dado el enfoque muy coercitivo y punitivo que Washington está adoptando”, dijo antes de la reunión Kenneth Roberts, profesor de gobierno de la Universidad de Cornell que se centra en la política latinoamericana.
Gran apuesta La cumbre que se presenta es una apuesta particularmente grande para Boric como anfitrión, dado que su gobierno es débil y considera a Estados Unidos como su mayor socio comercial después de China.
“Hay escenarios en los que Estados Unidos podría tomar acciones económicas, al menos en el corto plazo, que serían perjudiciales para Chile”, dijo Roberts. Lula presidió la conferencia BRICS de julio en Río de Janeiro, donde se emitió una declaración criticando el proteccionismo comercial y los ataques aéreos contra Irán, ambos claros ataques a Trump, aunque no lo mencionó ni a él ni a Estados Unidos por su nombre.
Días después, el presidente estadounidense amenazó con imponer aranceles agresivos a los productos de la mayor economía de América Latina, alegando contundentemente motivos políticos.
“En un momento en que el extremismo intenta repetir prácticas intervencionistas, necesitamos actuar juntos”, dijo Lula el lunes.
El evento brinda al equipo de Boric la oportunidad de aprender de las experiencias recientes de Lula.
El gobierno saliente de Boric ya está en alerta a la espera de detalles sobre el plan de Trump de imponer un arancel del 50% al cobre. El metalrojo es el principal producto de exportación de Chile.
Bloomberg