Pilar Cortés
03 Oct
03Oct

Desde el 27 de septiembre el mundo está siendo testigo de una oleada de protestas juveniles a lo largo y ancho de Marruecos, en donde se reclama por mejoras en salud, educación y trabajo, al mismo tiempo que se exige el fin de la corrupción gubernamental.

Citando a Maati Monjib - historiador franco-marroquí -, ‘’en Marruecos la corrupción está por todas partes. Afecta incluso a la clase media. La salud y la educación se ven profundamente perjudicadas, con un deterioro avanzado. Un bachiller de nivel medio tiene dificultades para escribir correctamente una carta manuscrita para solicitar trabajo. Observe también que los principales responsables de las instituciones de gobierno, cuando intentan hacer su trabajo, son destituidos, humillados u obligados a renunciar 1 ’’.

Tras el fallecimiento en el plazo de un mes de ocho mujeres embarazadas en el Hospital  Hassan II de Agadir - en el sur del país -, hubo una rápida indignación y organización a través de redes sociales y plataformas como Tik Tok e Instagram 2 , en donde se convocó a salir a las calles para exigir mejoras en salud, educación, oportunidades laborales y servicios básicos en general, denunciando el empeoramiento de la atención médica y lo que consideraban un aumento de casos de negligencia. Al canto de ‘’no queremos mundial, queremos sanidad’’ y ‘’los estadios están ahí pero ¿Dónde están los hospitales?’’ expresan su descontento ante el excesivo gasto para la Copa Mundial de fútbol masculino 2030 3 .

Similar a lo acontecido durante la organización de las protestas en Nepal, el encuentro juvenil fue acordado en la plataforma digital 'Discord' en donde se creó el grupo anónimo autodenominado 'GENZ212' (generación Z más el prefijo telefónico de Marruecos),reuniendo a más de 125.000 miembros que, según aseguran, no pertenecen a ningún partido político o sindical.

Allí crearon un documento con sus demandas básicas y su compromiso con manifestaciones pacíficas.  El texto pide la universalidad de la cobertura sanitaria, la modernización de los centros hospitalarios y el acceso a medicamentos a precios accesibles, así como la mejora de la calidad educativa, de la formación y de las condiciones laborales de los docentes.

Desde el principio, las autoridades prohibieron las movilizaciones pacíficas de Rabat y de otras grandes ciudades como Casablanca, Marrakech, Agadir o Tánger. La policía las reprimió con dureza y tras el prolongado silencio del Gobierno marroquí, los incidentes violentos han comenzado este martes.

Esta situación se da en un marco en donde el 41% de la población de Marruecos tiene menos de 25 años, en un país en el que la tasa de desempleo juvenil (15-24 años) ha alcanzado el 47% en el segundo trimestre de 2025, según estadísticas del Banco Central. 

El monarca Mohamed VI, quien gobierna desde hace 26 años, es el décimo octavo monarca de la Dinastía Alauí que lidera el país desde 1666. Su cargo también le otorga la posición de Jefe de las Fuerzas Armadas y de líder religioso de los fieles del islam marroquíes. 

En total ,Mohamed VI tiene 12 palacios y una colección de más de 600 autos de lujo. Otra de las excentricidades del rey es su yate Badis 1, uno de los más grandes del mundo: esta compra causó controversia en Marruecos porque la transacción se llevó a cabo un día antes de las medidas de recortes económicos por el contexto de Covid-19 4 .

Según el portavoz del Ministerio del Interior marroquí Rachid Jalfi, hay cerca de 409 personas detenidas por su supuesta implicación en los actos violentos y 142 vehículos delas fuerzas de seguridad y 20 coches particulares han sido destrozados e incendiados, reflejo del descontento que sacude a los jóvenes y que les ha sacado a las calles consiguiendo cambios importantes en países como Nepal, Kenia, Bangladesh, Madagascar, Perú y Paraguay.

1 https://orientxxi.info

2 espanol.almayadeen.net

3 gestion.pe


Por Pilar Cortés para Data Urgente


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