07 Jul
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En la brutal e implacable guerra en curso en Gaza, los trabajadores de la salud están experimentando amenazas sin precedentes de múltiples niveles que van más allá de las amenazas obvias de estar en una zona de guerra. 

La trágica experiencia del Dr. Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan, y el asesinato del Dr. Marwan Al Sultan y su familia en un ataque aéreo israelí no sólo capturan el costo humano sino que también demuestran violaciones sistemáticas del derecho internacional humanitario y el desmantelamiento total de las salvaguardias que históricamente se han brindado a los trabajadores de la salud en los conflictos.

La pesadilla del Dr. Abu Safiya ilustra los peligros extremos que enfrenta el personal médico de Gaza. En una redada militar israelí en el Hospital Kamal Adwan, el último hospital en funcionamiento en el norte de Gaza, en diciembre de 2024, Abu Safiya fue arrestado.

 Fue literalmente a punta de pistola. Abu Safiya sufrió tortura, detención en régimen de incomunicación e interrogatorios en varios centros de detención israelíes: Sde Teiman, la prisión de Ofer y otros.Aunque padecía graves afecciones médicas (cardiopatía dilatada, hipertensión), Abu Safiya, al igual que muchos presos, recibió un tratamiento inadecuado y sufrió abusos. 

Su detención en virtud de las controvertidas leyes israelíes sobre "combatientes ilegales", definidas por la falta de derechos y estándares de juicio justo, ilustra cómo la ley intenta silenciar y eliminar a los profesionales de la salud.

Este sufrimiento personal se ve agravado por profundas pérdidas familiares.

 El hijo de Abu Safiya había muerto en un ataque aéreo israelí anterior contra el hospital, y cuando fue encarcelado y torturado, aún desconocía la muerte de su madre. Sin embargo, a pesar de toda esta tragedia y sufrimiento, siguió siendo un fiel cuidador, atendiendo a los civiles heridos durante los bombardeos aéreos diarios, hasta que a él también le ordenaron que se quedara quieto. Su resiliencia representa la inmensa valentía del personal médico de Gaza que trabaja bajo asedio, bajo amenaza y sin suministros adecuados.

En un caso similar a la tragedia familiar de Abu Safiya, el Dr. Marwan Al-Sultan, director del hospital, fue brutalmente asesinado junto con su esposa y cinco miembros de su familia el miércoles (2 de julio de 2025) durante un ataque aéreo israelí en su casa en el barrio de al-Tel Hawwa.

Este ataque no sólo mató a una persona comprometida con la curación, sino que también devastó por completo a una familia entera, demostrando la violencia indiscriminada y brutal impuesta al personal médico en Gaza.

Persecución sistemática e impunidad legal

Estos relatos no son actos aislados, sino que constituyen un ataque más amplio y sistemático contra el personal médico y las instalaciones sanitarias en Gaza. El bombardeo del Hospital Kamal Adwan y la detención del Dr. Abu Safiya, junto con otros profesionales médicos, destruyeron el último gran hospital del norte de Gaza, privando a miles de personas de servicios médicos muy necesarios.

El incumplimiento del derecho internacional humanitario, que protege a los trabajadores y las instalaciones médicas durante los conflictos, es un asunto grave desde el punto de vista del cumplimiento jurídico. Calificar al Dr. Abu Safiya y a otros como "combatientes ilegales" los despoja de garantías mínimas como el debido proceso, la asistencia médica y el contacto con sus familias, lo que supone un inquietante retroceso de las mismas protecciones legales concedidas a los trabajadores de la salud.Esas etiquetas facilitan su detención arbitraria, tortura y desaparición forzada, contraviniendo los derechos humanos y las normas del derecho internacional que reconocen al personal médico como actores neutrales.

Simbolismo e implicaciones globales

La concesión del Premio Nizar Banat a los Defensores de los Derechos Humanos al Dr. Abu Safiya es un poderoso símbolo de reconocimiento internacional a la valentía y el sacrificio del personal médico de Gaza. 

Destaca el papel crucial que desempeñan estas personas en la defensa de la dignidad humana en medio del conflicto y llama la atención mundial sobre su difícil situación.

Ese reconocimiento puede galvanizar la defensa internacional, aumentar la presión sobre las autoridades israelíes para que respeten las normas humanitarias y movilizar apoyo para los trabajadores médicos detenidos y en peligro.

Sin embargo, las historias de Abu Safiya y Al-Sultan ponen de relieve la urgente necesidad de actuar a nivel internacional. Más allá de los premios simbólicos, es fundamental aplicar el derecho internacional, exigir responsabilidades por las violaciones y establecer mecanismos de protección para los profesionales de la salud en zonas de conflicto.

Sin ellas, el ciclo de violencia e impunidad seguirá erosionando los cimientos de la comunidad médica de Gaza y de la población civil que depende de ella.


Teherán Times


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