El jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Alvin Holsey, ratificó a cielo abierto cuál es una de las misiones que Washington le encomendó para su segunda visita en lo que va del año a la Argentina: demonizar a China y dejarle en claro al gobierno de Javier Milei cuál es la política que deberá trazar al respecto.
Durante la cumbre regional de seguridad Southdec 2025 en Puerto Madero, el militar estadounidense lanzó que “la incursión” del gigante asiático y principal enemigo comercial de Estados Unidos es para “exportar su modelo autoritario” en la región.
El eco de su discurso rebota en la construcción por parte de China de un polo logístico y una Base Naval Integrada en la ciudad de Ushuaia. Por este tema, Holsey se reunió con altos funcionarios del gobierno nacional.
Es más, durante su visita anterior viajó a Tierra del Fuego para chequear personalmente que China no se esté instalando allí. Como refuerzo de lo conversado en los despachos oficiales, esta mañana sostuvo ante integrantes de las fuerzas armadas de distintos países y del ministro de Defensa argentino, Luis Petri, que la “presencia e influencia” de China “tienen consecuencias de gran alcance en todos los dominios, particularmente en el Cono Sur”.
En esta región hay “líneas marítimas vitales de comunicación, como el Estrecho de Magallanes y el Paso Drake, (que) funcionan como cuellos de botella estratégicos que podrían ser utilizados por el Partido Comunista chino para proyectar poder, interrumpir el comercio y desafiar la soberanía de nuestras naciones o la neutralidad de la Antártida", advirtió.
De esta manera dejó claro una vez más cómo la Argentina debe jugar sus cartas en la disputa geopolítica entre Pekín y Washington: “El Partido Comunista Chino continúa su metódica incursión en la región” y “busca exportar su modelo autoritario, extraer recursos valiosos y establecer infraestructura de posible uso dual, desde puertos hasta el espacio”, advirtió.
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