13 May
13May

La complicidad del gobernador Gustavo Melella en el sostenimiento de proyectos vinculados a lo militar por EE.UU. y Gran Bretaña en Tierra del Fuego, jugó en contra de los intereses nacionales. Decidió no ordenar el desarme del radar que él mismo autorizó, dejando librado a los acuerdos de Javier Milei con Donald Trump, el futuro de los fueguinos.

EE.UU pidió reactivar el radar de capitales británicos instalado en  la localidad de Tolhuin, Tierra del Fuego

La noticia nunca desmentida  por el Gobierno de Milei o por la embajada estadounidense; reaviva las preocupaciones de la comunidad local y nacional que llevan como bandera los centros de veteranos de la Guerra de Malvinas de todo el País, exigiendo la desactivación definitiva de esa infraestructura, la cual tiene capacidad dual, es decir científica y militar. 

La solicitud estadounidense se conoció luego de la reunión del Presidente Javier Milei en la Casa Rosada con el jefe del Comando Sur norteamericano, el almirante Alvin Holsey

En un encuentro que incluyó al Ministro Defensa, Luis Petri, previo al desembarco de la comitiva norteamericana en la provincia de Tierra del Fuego

En Ushuaia, los militares y diplomáticos estadounidenses se reunieron únicamente con las autoridades navales, para hablar en soledad del objetivo geoestratégico que impone la potencia extranjera para construir una Base Naval Integrada, para el desarrollo logístico, científico y militar del sector antártico argentino (anunciado en reiteradas ocasiones por la gestión de Milei) donde además, ahora, también buscan tener un base para el abastecimiento sus submarinos nucleares. 

El gobernador de Tierra del Fuego Gustavo Melella decidió no recibir a Holsey. El intendente de Ushuaia, Walter Vuoto hizo lo mismo.

Por su parte, el medio nacional TN informó que “el gobierno de Trump sostiene que el fin último de la empresa (LeoLabs) es la exploración espacial y que, al mismo tiempo, proveen de información relevante a empresas como SpaceX o la mismísima NASA”. 

Una verdad a medias, para no admitir lo que la propia LeoLabs ha informado públicamente, en cuanto al seguimiento de satélites militares que realiza y ademas; del acuerdo alcanzado con el Ministerio de Defensa y el Departamento de Asuntos Espaciales del Reino Unido, anunciado en junio de 2024.

Sin embargo, queda claro que el radar no es solo una herramienta de monitoreo espacial, sino también un potencial instrumento militar que pone en riesgo la soberanía argentina en manos del principal aliado histórico y contemporáneo de los intereses del colonialismo británico.


FUENTE: AGENDA MALVINAS

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.