El efecto malaria
El mes pasado el gobierno burkinés - liderado por Ibrahim Traoré - ordenó la paralización del presunto ‘’plan de combate contra la malaria’ cuya fundación, Target Malaria, pertenece al multimillonario Bill Gates y a su esposa Melinda. Entrevistamos a Inemesit Richardson, organizadora del Partido Revolucionario de los Pueblos de África (A-APRP), de la Unión Revolucionaria de Mujeres de África (AAWRU) y cofundadora del Centro Thomas Sankara para la Liberación y Unidad Africana con el fin de que nos explique en detalle sobre la temática.
En esta nota describimos en detalle qué está ocurriendo con el proyecto de la fundación Target Malaria, la cual pertenece a Bill y a Melinda Gates. En palabras de Inemesit Richardson ‘’el primer lote de mosquitos modificados genéticamente se liberó en Burkina Faso, concretamente en la aldea de Bana durante el año 2019 bajo el gobierno del expresidente Roch Kaboré. La organización Target Malaria había comunicado lo siguiente a los medios de comunicación burkineses: «El macho estéril es un mosquito Anopheles modificado que, cuando se aparea con una hembra salvaje, los huevos obtenidos del apareamiento no alcanzan la madurez y, por lo tanto, no son viables»’.
Según los comunicados oficiales de la fundación, se buscaba reducir la transmisión de la malaria atacando directamente a los mosquitos vectores de la enfermedad; esta iniciativa fue apoyada por fundaciones internacionales y liderada por el Imperial College de Londres. Sin embargo, hay críticas que sostienen que el proyecto presenta riesgos ecológicos irreversibles y que en realidad es una herramienta para controlar la población burkinesa, lo que podría definirse como una forma de neocolonialismo científico.
‘’La malaria es una de las principales causas de muerte en Burkina Faso, por lo que trabajar para erradicarla es una prioridad nacional. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que examina el año 2023, Burkina Faso ocupa el noveno lugar en el mundo en cuanto a muertes relacionadas con la malaria, con una estimación de 8.139 000 muertes ese año (sobre una población de aproximadamente 23 millones en aquél entonces). La malaria es la principal causa de muerte entre las mujeres burkinesas y la segunda causa de muerte entre los hombres burkineses. Por supuesto, la población de Burkina Faso quiere una solución a esta crisis.
Pero al mismo tiempo la gente quiere soluciones en las que pueda confiar: existen preocupaciones en torno a la seguridad de esta iniciativa, las intenciones de la Fundación Gates y la falta de transparencia y comunicación entre los trabajadores del proyecto y las poblaciones locales. Los burkineses son muy conscientes de la historia de los experimentos médicos liderados por Occidente en el continente africano, y la Fundación Gates es muy conocida por su aparente obsesión por mantener bajas las tasas de natalidad en África", nos dice Inemesit.
Si bien no hay acusaciones públicas u oficiales sobre el proyecto, Inemesit asegura que ‘’más allá de la gran impopularidad del programa entre los ciudadanos, el hecho de que el gobierno tomara medidas para contener o tratar de otro modo a los mosquitos sugiere posibles preocupaciones en materia de seguridad. Es probable que el gobierno de Ibrahim Traoré actuara de esta manera si existiera alguna posibilidad de que los mosquitos fueran potencialmente dañinos ".
En un contexto geopolítico en donde varias ex colonias europeas - como es el caso del Sahel, integrado por Níger, Mali y el mismo Burkina Faso - se encuentran en un proceso de emancipación económica y política de la injerencia occidental, ‘’estas consideraciones, largamente defendidas por el pueblo, están siendo tomadas más en serio por el gobierno que lo representa. Además, debido al estatus de Burkina Faso como zona liberada dentro de África, existe una creciente preocupación de que este tipo de colaboraciones con la Fundación Gates puedan abrir la puerta a la subversión o a intentos encubiertos de desestabilización por parte de la fundación. Debido al historial de operaciones de cambio de régimen en todo el continente africano y a la centralidad de África como continente sobreexplotado (dentro de la economía capitalista globalizada que ha generado la riqueza de Bill y Melinda Gates), estas preocupaciones son comprensibles’".
Además de detener el proyecto de los Gates, ‘’el año pasado la Caja Nacional de Seguro Médico Universal (CNAMU) de Burkina Faso anunció que está trabajando para hacer realidad la cobertura sanitaria universal. La cobertura sanitaria universal es ley desde 2015 y el debate en torno a este objetivo comenzó en 2006.
Sin embargo no ha sido hasta 2024, bajo el gobierno de Traoré, cuando las autoridades han salido a inscribir a miles de personas que viven en comunidades rurales con graves problemas de salud, así como a trabajadores de la economía formal e informal de las zonas urbanas. Burkina Faso también está colaborando con China para abrir el hospital universitario más grande de África Occidental. Estas iniciativas gozan de mucha más confianza entre las poblaciones locales, que expresan su entusiasmo y sus expectativas positivas cada vez que se comunican las novedades’. Vinculado a esto, remarcó la importancia de ‘’la participación directa, la implicación y el liderazgo de los africanos, responsables de las necesidades, los deseos y los conocimientos de las comunidades locales" Además, señaló que ‘’un problema de esta magnitud no puede resolverse sin transformar el sistema de salud pública en su conjunto y sin la unidad panafricana".
El conjunto de decisiones del gobierno burkinés se produce en el marco de un resurgimiento de los movimientos de liberación panafricanista, movimientos cuyos predecesores fueron Nelson Mandela, Thomas Sankara, Patrice Lumumba (entre muchos otros y otras) y que actualmente están siendo reavivados bajo el liderazgo de Ibrahim Traoré (Burkina Faso), Assimi Goita (Mali) y Abdourahmane Tchiani (Níger). Estos líderes formaron la Alianza de los Estados del Sahel en septiembre del 2023, con el fin de lograr la autonomía africana en lo que respecta a sus recursos naturales, su moneda, sus derechos y su soberanía en general. También hay expectativas de que a la AES se le unan países como Chad y Senegal, tras la retirada de las tropas francesas de ocupación que estaban allí.
Por Pilar Cortés para Data Urgente