06 Sep
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Cientos de partidarios de Hezbolá han copado las calles de Beirut para condenar la controvertida decisión del gobierno de desarmar al movimiento libanés.

Con gritos de “Labaik ya Nasralá [estoy a tu servicio, Nasralá]” una gran multitud de simpatizantes del Movimiento de Resistencia Islámica del Líbano (Hezbolá) celebraron la noche del viernes una marcha de protesta en el suburbio sur de Beirut, particularmente en Dahiye, para denunciar la aprobación por el Consejo de Ministros de la hoja de ruta del Ejército que busca limitar las armas a las instituciones estatales.

Los manifestantes, muchos montados en motocicletas y automóviles, portaban las banderas amarillas de Hezbolá y las fotos del líder del movimiento, Seyed Hasan Nasralá, quien cayó mártir en un ataque israelí a Beirut, el 27 de septiembre de 2024. La multitud gritaba lemas en apoyo al movimiento libanés y en rechazo a las presiones de Estados Unidos e Israel al Ejecutivo para desarmar a Hezbolá.

La protesta se produjo después de que el Consejo de Ministros del Líbano respaldara la misma jornada el plan elaborado por el Ejército para obligar a Hezbolá a entregar las armas. La reunión del gabinete se volvió tensa cuando cinco ministros, incluidos representantes de Hezbolá y su movimiento aliado Amal, abandonaran la sala en protesta al plan.T

anto Hezbolá, como Amal denuncian que el plan es “antipatriótico”, socava la soberanía del Líbano y alinea al Estado con agendas extranjeras.

En este sentido, el diputado libanés Ali Ammar, miembro del bloque Lealtad a la Resistencia, hizo hincapié el viernes en que las armas de Hezbolá son “legítimas, tanto constitucional como legalmente, especialmente ante la continua ocupación y agresión israelí”.“Quienes pretenden deslegitimar las armas de la Resistencia son en sí mismos ilegítimos, según la Carta de la ONU y la Constitución”, dijo el legislador en una entrevista con la cadena local Al-Manar TV, en la que lamentó que el Gobierno no haya podido hasta ahora “detener la agresión [israelí] y liberar el territorio y a los prisioneros libaneses”.

Alertó sobre intentos de algunos elementos dentro del gobierno de impulsar “un enfrentamiento entre el Ejército y la Resistencia, amenazando la paz civil”, y enfatizó que “quienes apuestan por sembrar la discordia entre el Ejército y la Resistencia son ilusos, y esto no sucederá”.

“Estamos dispuestos a debatir la estrategia de seguridad nacional, pero hay quienes están sujetos a dictados externos”, censuró Ammar. “El desarme de la Resistencia no puede lograrse sin quitarnos la vida a todos”, sentenció.

Asimismo, enfatizó que Hezbolá posee los recursos y las capacidades necesarios para enfrentar cualquier agresión israelí. “La Resistencia no permitirá que nadie la induzca a una guerra civil que no beneficiará a nadie”, afirmó.

Desde su creación en 1982, Hezbolá ha repelido innumerables incursiones en el Líbano por parte de Israel, un régimen que ocupa desde 1967 las Granjas de Shebaa, una franja de tierra a lo largo de la frontera libanesa con los territorios palestinos ocupados.

El impulso defensivo del movimiento libanés ha obligado a la retirada forzada del ejército israelí durante dos guerras a gran escala en 2000 y 2006.

HispanTV

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