Como lo informó este viernes el sitio especializado Zona-Militar, Gran Bretaña llevó adelante -en las últimas horas- la Operación Southern Sovereignty (Soberanía Austral); un ejercicio militar aéreo y marítimo entre la Isla Ascensión y las Islas Malvinas, que involucró “al patrullero HMS Forth (P222), buque destinado a operar desde las Islas Malvinas desde el cual se coordinaron las acciones conjuntas. A bordo del mismo, un destacamento del Royal Irish Regiment, compañía de infantería que reforzó las capacidades anfibias y de respuesta rápida de la unidad de superficie”. Y desde las propias islas, “se efectuaron maniobras de apoyo aéreo, ejecutadas por cazas Eurofighter Typhoon y un avión de transporte táctico A400M Atlas”.
La Operación Southern Sovereignty, no fue un ejercicio más; es un mensaje de Gran Bretaña, en un mundo que vuelve a oler a pólvora y competencia entre potencias.
El "Puente Aéreo" que no ha cambiado
En 1982, la victoria británica se cimentó en una proeza logística: sostener una guerra a 13.000 kilómetros de Londres. Y Ascensión fue el pulmón de esa estrategia.
Los 6.350 km que separan Ascensión de Malvinas siguen siendo el eje del centro de gravedad de la presencia británica en el Hemisferio Sur.

Mientras que en el '82 el esfuerzo era volver a invadir para recuperar la colonia, ahora en 2025; es de disuasión y consolidación. El despliegue del HMS Forth junto con el apoyo de los cazas Eurofighter Typhoon y el transporte táctico A400M Atlas, demuestra que el Reino Unido mantiene una infraestructura capaz de "encoger" las distancias del Atlántico.
El Factor F-16: El reequilibrio argentinoLa maniobra británica llega en un momento de inflexión para la defensa argentina.
La reciente incorporación de los primeros seis cazas F-16 Fighting Falcon (de un total de 24) marca el fin de casi una década de pérdida de capacidad de interceptación supersónica para la Fuerza Aérea Argentina.
Aunque la cancillería argentina mantiene el reclamo de soberanía por la vía diplomática, la recuperación de la capacidad de combate aérea genera un nuevo cálculo en el Ministerio de Defensa británico.
La OperaciónSouthern Sovereignty, al movilizar al Royal Irish Regiment simultáneamente en Ascensión y Malvinas, busca validar que su capacidad de refuerzo sigue siendo más rápida que cualquier intento de cambio en el statu quo regional.
Un Escenario Global Convulso
A diferencia de 1982, este despliegue no ocurre en el vacío de la Guerra Fría tardía, sino en un presente de fragmentación global:
1982 vs. 2025
| Años | 1982 (Operación Corporate / Black Buck) | 2025 (Southern Sovereignty) |
| Rol de Ascensión | Base de reabastecimiento crítica. Sin ella, el bombardeo y la recuperación naval habrían sido imposibles. | Nodo logístico permanente. Hoy es una terminal moderna de tránsito rápido y soporte para el Atlántico Sur. |
| Poder Aéreo | Bombarderos Vulcan y Sea Harrier. Los Vulcan volaron 13,000 km (ida y vuelta) con 11 aviones cisterna para un solo ataque. | Eurofighter Typhoon. Cazas de 4.ª generación con capacidad polivalente, radar AESA y misiles Meteor, basados permanentemente en las islas. |
| Alcance Logístico | Extremo. Cada misión Black Buck requería un esfuerzo masivo de reabastecimiento en vuelo para soltar bombas convencionales. | Eficiente. El uso del A400M Atlas permite proyectar paracaidistas y carga pesada entre continentes con una fracción del esfuerzo de 1982. |
| Contexto Argentino | Transición y urgencia. Gran valor de los pilotos pero con tecnología de los años 70 y falta de reabastecimiento suficiente. | Modernización F-16. Incorporación de interceptores probados en combate, con capacidad de reabastecimiento y armamento inteligente. |
Conclusión: El Reclamo Permanente
Para la Argentina, estas maniobras son un recordatorio de que la disputa por las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur sigue siendo, fundamentalmente, una cuestión de geopolítica de fuerza. Mientras Londres habla de "evaluar capacidades", Buenos Aires observa cómo el Atlántico Sur se militariza bajo una lógica de control de pasos interoceánicos y proyección antártica.
La Operación Southern Sovereignty deja claro que, para el Reino Unido, la distancia entre Londres y Malvinas no se mide en kilómetros, sino en la capacidad de aterrizar un A400M en el corazón del Atlántico Sur en menos de 24 horas. Ante esto, la Argentina enfrenta el desafío de seguir fortaleciendo su defensa y su diplomacia en un tablero internacional que ya no permite pausas.
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