05 Dec
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La firma simbólica del acuerdo entre Ruanda y Congo se celebró en Washington, pero en el terreno la violencia continúa. Estados Unidos busca minerales, no mediación

El presidente estadounidense, Donald Trump, presentó este jueves un acuerdo de “paz” entre Ruanda y la República Democrática del Congo (RDC) como un triunfo de su diplomacia, en un acto celebrado en el recién rebautizado Instituto para la Paz Donald J. Trump.

Sin embargo, analistas y voces desde África alertan que la paz sobre el papel no coincide con la realidad: el conflicto en el este del Congo sigue activo, con más de 400 muertos solo en noviembre.

Lejos de ser un gesto humanitario, el encuentro sirvió para firmar dos acuerdos bilaterales que otorgan a Estados Unidos acceso preferente a minerales críticos, como cobalto, litio, cobre, tantalio y tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y militar del país.

Un “acuerdo” ya firmado… y ya incumplido

El documento presentado en Washington ya había sido suscrito el 27 de junio, pero no ha logrado detener la violencia en la región. La milicia M23, acusada por Kinshasa de recibir apoyo logístico y militar de Ruanda, controla amplias zonas del este congoleño y ha creado estructuras de gobierno paralelas.
A pesar de conversaciones en Doha, no ha habido avances en las demandas clave del gobierno congoleño: el retiro de las tropas del M23, el desarme de grupos armados y justicia para las víctimas.

Trump: “Van a tener mucho dinero… y nosotros sus minerales”Durante la ceremonia, Trump elogió el “pragmatismo” de los presidentes Félix Tshisekedi y Paul Kagame, y afirmó: “Creo que se van a llevar muy bien… y vamos a extraer algunas de las tierras raras… y todo el mundo va a ganar mucho dinero”.
Pero su entusiasmo contrasta con la indignación de la sociedad civil congoleña. 

Prince Epenge, opositor congoleño, acusó a los líderes de “burlarse de los cadáveres congoleños” y denunció: “¿Cómo puede esperarse que un pueblo traumatizado acepte que un simple trozo de papel se coloque sobre su sufrimiento?”.

Minerales críticos: el verdadero motor del acuerdo

Los acuerdos incluyen la creación de un Marco de Integración Económica Regional que facilitará la explotación conjunta de recursos naturales por parte de empresas estadounidenses.

Esto responde a la estrategia de Estados Unidos de competir con China, que controla el 70 % de la minería de tierras raras a nivel mundial. Para Trump, estos minerales son “un elemento central de la Estrategia de Seguridad Nacional”.

Así, lo que se presenta como diplomacia de paz es, en la práctica, una operación geoeconómica para asegurar el suministro de materias primas clave, mientras el pueblo congoleño sigue atrapado en un ciclo de violencia que ya dura tres décadas.

Más de 100 grupos armados y una paz ficticia

Aunque el M23 es el foco mediático, en la RDC operan más de 100 grupos armados, muchos con vínculos regionales y económicos complejos. Esta semana se reportaron nuevos enfrentamientos en Kivu Norte, lo que evidencia que el supuesto “fin de las hostilidades” es, por ahora, una ficción diplomática.
Mientras Trump presume de haber “puesto fin a ocho guerras”, la realidad sobre el terreno, y la historia reciente de injerencia estadounidense en África, sugiere que lo que realmente se está construyendo no es paz, sino una nueva arquitectura de extracción imperial.


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