La devastación causada por las intensas lluvias en el oeste de Nigeria continúa cobrando vidas.
El número de fallecidos por las inundaciones registradas este jueves en Nigeria ascendió a 158 personas, según confirmaron este sábado las autoridades locales. La catástrofe golpeó con fuerza la aldea de Kpege, en el área de gobierno local de Mokwa, situada en el estado de Níger (oeste).Ibrahim Hussein, portavoz de la Agencia Estatal de Emergencias de Níger (NSEMA), declaró que «sí, hemos recuperado más cadáveres. Hasta el momento, se han recuperado 158». Hussein advirtió que la cifra podría ser aún mayor, pues las operaciones de búsqueda y rescate continúan. «Algunos cuerpos fueron encontrados flotando en el río Níger. Muchas personas han sido declaradas desaparecidas», había señalado previamente.
El director general de la NSEMA, Abdullahi Baba-Arah, reveló que el desastre afectó a 503 hogares y arrasó por completo 265 casas. Además, 3.018 personas fueron desplazadas por la fuerza de las aguas.La Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria (NEMA) había cifrado en 100 las muertes hasta el viernes 30 de mayo.
La NEMA informó que las personas heridas fueron atendidas y dadas de alta de diversos centros de salud en Mokwa, mientras que algunas recibieron primeros auxilios en el lugar.
Asimismo, distribuyó entre los damnificados alimentos, utensilios domésticos, tiendas de campaña como refugio temporal y agua potable. Previamente, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) había reportado 97 fallecidos, 20 desaparecidos y 45 heridos, afectando a unas 1.500 personas, incluidas 200 desplazadas.
El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, expresó su «profunda preocupación» y «sinceras condolencias» a las familias afectadas y al pueblo del estado de Níger.
El mandatario aseguró que «todas las agencias federales pertinentes se han movilizado para apoyar los esfuerzos del Gobierno estatal» y prometió que «ningún nigeriano afectado por este desastre quedará abandonado o desaparecerá».
Nigeria, el país más poblado de África, enfrenta recurrentemente inundaciones a causa de las lluvias torrenciales y el desbordamiento de ríos, una situación que se agrava por el deterioro de sus infraestructuras y los efectos del cambio climático.
El año pasado, hasta septiembre, las inundaciones cobraron la vida de 269 personas y desplazaron a más de 640.000, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). En 2022, el país vivió su peor desastre por inundaciones en una década, con 600 muertos.
TeleSUR