La victoria en las presidenciales de Polonia de Karol Nawrocki, quien cultivó en la campaña una imagen de tipo rudo, con videos de él sobre un ring de boxeo, pone en vilo las reformas del primer ministro liberal, Donald Tusk.
Hasta hace poco una figura desconocida en la política polaca, Nawrocki obtuvo 50,8% de los votos. Con un pasado como boxeador y admirador de Donald Trump, su elección hace prever más pugnas políticas en el país.
El conservador Karol Nawrocki, un historiador que hasta hace poco era una figura desconocida en la política de Polonia, fue declarado este lunes ganador de las elecciones presidenciales en Polonia.
Su victoria en los comicios del domingo supone un duro golpe al europeísmo y al Gobierno que lidera el primer ministro, Donald Tusk.
Según los resultados finales de la comisión electoral, Nawrocki ganó las elecciones con el 50,89% de los votos.
Al menos 15 sondeos previos a la elección auguraban una votación muy reñida, con un resultado estrecho: aunque la mayoría daba como ganador al alcalde de Varsovia y candidato liberal Rafal Trzaskowski, la diferencia estimada entre ambos candidatos era en promedio de 1,6 puntos.
Al conocerse los resultados, Nawrocki dijo que quería que Polonia fuera "un Estado que importe en las relaciones internacionales, europeas y transatlánticas".
"Los representaré con dignidad en el Estado internacional, garantizando que Polonia sea tratada como un igual", dijo en un mensaje en la red social X.Nawrocki, de 42 años y un antiguo practicante de boxeo, tiene ideas y respalda posiciones ultraconservadoras y hasta nacionalistas, se opone al aborto, a la migración y a la visibilidad o derechos a la comunidad LGBTI.
El político defiende la "familia tradicional y la identidad cristiana", aboga también por el rechazo total de la inmigración irregular.
Asimismo, denuncia el Pacto Migratorio de la UE, prioriza la alianza estratégica con Estados Unidos, especialmente con la Administración de Donald Trump y mantiene una postura escéptica hacia la integración de Ucrania en la Unión Europea y la OTAN hasta que se resuelvan disputas históricas con su país. Como director del Instituto Nacional de Memoria, Nawrocki estuvo a cargo de preservar y difundir la narrativa histórica polaca, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y tras la caída del Muro de Berlín.
Sus seguidores lo describen entonces como la encarnación de los valores patrióticos, las tradiciones polacas y la soberanía nacional frente a la Unión Europea (UE).
Su esposa, Marta, una funcionaria pública, y sus tres hijos, tuvieron una presencia destacada en su campaña, que mostró como lema “Primero Polonia, primero los polacos” que conectó también entre los jóvenes y con los ciudadanos que sienten que las políticas del país —algunas especialmente importantes o cruciales— son dictadas por una élite en Bruselas.
Pero el eslogan también incitaba al malestar por los refugiados ucranianos en un momento en el que la extrema derecha hace hincapié en el incremento de la migración, el coste de la vida y la seguridad. “Ayudemos a los demás, pero cuidemos primero de nuestros propios ciudadanos”, dijo en las redes sociales en abril.
Medios locales también han descrito en las últimas semanas una imagen del candidato Nawrocki más oscura: algunos reportes e investigaciones de medios citan fuentes que lo describen como un "matón".
Además, otras versiones le atribuyen vínculos con el crimen organizado; le vinculan a episodios de violencia, a peleas ilegales entre hinchas (hooligans) y de facilitar servicios de prostitución cuando trabajaba como guardia de seguridad en hotel.
Nawrocki ha negado casi todo y admitido las peleas cuando era joven.
“El problema con Nawrocki es su pasado delictivo, sus asociaciones con el crimen organizado, su falta de integridad personal y su condición de matón”, afirmó Jacek Kucharczyk, director del Instituto de Asuntos Públicos de Polonia, al medio español elDiario.es.
Nawrocki llega para dar continuidad a la política del presidente saliente, el conservador Andrzej Duda.
Tras conocerse la victoria, apuntó a que continuará dificultando la vida al primer ministro, Donald Tusk, al afirmar que su Presidencia permitirá "acabar con el monopolio del poder maligno".Tusk respondió que no tiene previsto renunciar, pero que sí convocará en breve una moción de confianza parlamentaria para demostrar que su coalición centro-liberal no está dispuesta a retroceder "ni un paso".
En Polonia, el presidente tiene poder de veto sobre políticas, leyes y asuntos de defensa y también puede enviar leyes al Tribunal Constitucional, cuyos miembros fueron nombrados en su mayoría por parlamentos dominados por el partido conservador-nacionalista con el que se presentó a estos comicios Nawrocki, Ley y Justicia (PiS).
El presidente también debe aprobar muchos nombramientos importantes, limitando la capacidad del primer ministro para ejecutar cambios o actuar sin consenso.
Desde 2023 y tras la victoria del liberal y europeísta —y expresidente del Consejo Europeo— Donald Tusk, los liberales han intentado reformar o deshacer algunas de las leyes judiciales promovidas por el partido Partido Ley y Justicia (PiS), que la Unión Europea (UE) considera que atentan contra la independencia de los poderes públicos.
Pero el presidente Andrzej Duda, un firme aliado del (PiS), ha utilizado su poder de veto para bloquear los esfuerzos del Gobierno pro-UE de Tusk por deshacer las reformas judiciales de la anterior administración del PiS.
Si el nacionalista electo continúa la política de vetos de Duda, esto podría tener un impacto directo en posibles reformas, un punto clave para el Gobierno de Tusk y la UE.
Nawrocki ha dicho que respalda la entrega de ayuda militar para ayudar a Ucrania a defenderse de la invasión rusa que dura ya tres años, a diferencia de otros euroescépticos de Europa central, como el primer ministro eslovaco Robert Fico o el húngaro Viktor Orban.
Pero Nawrocki dejó claro que, de resultar elegido, se opondrá a la membresía de Ucrania en las alianzas occidentales.
La postura es el síntoma de la pérdida de interés o del apoyo de los polacos a los ucranianos, luego de que el país acogiera a más de un millón de refugiados del otro lado de la frontera.
El triunfo de Nawrocki también podría socavar los fuertes lazos con la vecina Ucrania, dado que critica los planes de adhesión de Kiev a la UE y la OTAN y quiere recortar las prestaciones a los refugiados ucranianos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró el lunes que esperaba "seguir manteniendo una fructífera cooperación con Polonia y con el presidente Nawrocki personalmente".
Polonia es una economía en rápido crecimiento de 38 millones de habitantes con un papel destacado en la diplomacia internacional en torno a Ucrania. También es una ruta clave para el suministro de armas y ayuda a Ucrania.
France 24