Dos pescadores trinitenses murieron tras un ataque de buques militares de EEUU contra una lancha frente a las costas de Venezuela. Críticas al exceso de fuerza y la violación de derechos humanos.
En el último ataque de EEUU contra lanchas frente a las costas de Venezuela, el cual confirmado por el presidente de la nación norteamericana, Donald Trump, murieron seis personas, entre ellas dos pescadores de Trinidad y Tobago.
El hecho es ahora investigado por parte de las autoridades trinitenses, según AFP, mientras crecen las denuncias sobre el uso excesivo de fuerza por parte de Washington.
Trump confirmó el ataque, el cual calificó como una acción contra “narcoterroristas” vinculados a redes ilícitas, otras vez sin presentar pruebas, Sin embargo, familiares de las víctimas rechazan esta versión.
Uno de los fallecidos, Chad Joseph, era un joven pescador de la aldea Las Cuevas, al norte de Trinidad. Su abuelo, Cornell Clement, declaró que Joseph “solo intentaba volver a casa” y no tenía vínculos con actividades ilegales.
La comunidad local exige respuestas, mientras la policía de Trinidad y Tobago investiga si los dos ciudadanos trinitenses estaban realmente a bordo de la embarcación atacada.
Este es el quinto ataque registrado desde el inicio del despliegue militar estadounidense en el Caribe. El primero, ocurrido el 2 de septiembre, dejó 11 muertos.
En total, más de veinte personas han perdido la vida en estas operaciones.
Esta semana, el miembro de la Cámara de Representantes de EEUU, Jim Himes, calificó los hechos como “asesinatos ilegales” y pidió una revisión urgente de la estrategia militar en la región.
Cabe recordar que la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, respaldó públicamente el despliegue de buques estadounidenses, lo que ahora le reporta críticas internas ante la falta de respuestas tras el incidente.
La situación plantea serias interrogantes sobre la legalidad de las acciones militares en aguas internacionales y su impacto en comunidades costeras. Mientras tanto, el temor crece entre los pescadores de Venezuela y Trinidad, quienes denuncian sentirse atrapados por la militarización del Caribe.
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