"La parte rusa sigue afirmando que estamos listos para una solución pacífica", reiteró el vocero presidencial.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha revelado las inquietudes que tiene Moscú sobre el posible suministro a Kiev por parte de Washington de los misiles de crucero de largo alcance Tomahawk. Así lo anunció en una entrevista con el periodista ruso Pável Zarúbin publicada este domingo.
"Ahora vivimos un momento verdaderamente dramático en cuanto a la escalada de tensiones en todas partes", afirmó Peskov.
La respuesta de Putin al posible suministro de Tomahawks a KievLa respuesta de Putin al posible suministro de Tomahawks a KievEn ese contexto, el vocero observó que "efectivamente hay muchas declaraciones al respecto". "Aún tenemos que analizarlas. Las estamos registrando cuidadosamente. El tema de los Tomahawk nos preocupa enormemente. […] Se trata de un arma especial; podría ser no nuclear, o quizás nuclear. Armas potentes de largo alcance. Pero, al mismo tiempo, no puede cambiar la situación en el frente", detalló.
"La parte rusa sigue afirmando que estamos listos para una solución pacífica. Y también escuchamos a [el presidente estadounidense Donald] Trump hablar constantemente de la necesidad de sentarse a la mesa de negociaciones. De esto, concluimos que aún conserva la voluntad política. Sin embargo, los europeos y el régimen de Kiev se muestran totalmente reacios a hacer algo en ese sentido", continuó.
Asimismo, Peskov abordó el tema de una bomba sucia que, según informes, intenta crear Kiev. "Recuerden los informes de nuestros servicios de inteligencia de hace un año y medio, o hace dos años, sobre la información disponible de que los ucranianos podrían fabricar algún tipo de bomba sucia. E imagínense: un misil de largo alcance despega y vuela. Y sabemos que podría tener capacidad nuclear. ¿Qué debería pensar la Federación Rusa? ¿En serio? Sin duda, los expertos militares en el extranjero deberían entender esto", dijo.
"No hay ningún nerviosismo"
Desde Rusia han declarado en reiteradas ocasiones que no existe un arma que pueda cambiar el rumbo del conflicto ucraniano.
Anteriormente, el líder ruso advirtió que una entrega de Tomahawks supondría la destrucción de las tendencias positivas en las relaciones entre Moscú y Washington, ya que su uso es imposible sin la participación directa de los militares estadounidenses.
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, aseveró que si Ucrania recibiera tal arma, se produciría un "cambio sustancial y cualitativo", pero ello no afectaría a la determinación de Rusia de alcanzar todos los objetivos establecidos en la operación militar especial. Por otra parte, subrayó que "no hay ningún nerviosismo" en Rusia al respecto, ya que los recursos de los que dispone el país le permiten avanzar "con firmeza" en la dirección determinada.
"Espero que quienes están empujando a Washington hacia esa decisión comprendan bien la profundidad y la gravedad de las consecuencias que puede acarrear cualquiera de esas medidas", expresó, añadiendo que Moscú insta a la parte estadounidense a abordar la situación "con sensatez, prudencia y responsabilidad".
A su vez, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajárova, afirmó que la decisión de proveer a Kiev misiles Tomahawk, de tomarse, "infligirá un daño irreparable a las relaciones ruso-estadounidenses que recién empezaron a manifestar elementos del restablecimiento del diálogo bilateral".
RT