TIFLIS (Sputnik) — Mijeil Kavelashvili, de 53 años, tomó posesión como presidente de Georgia tras prometer el cargo en la sede parlamentaria en Tiflis.
La ceremonia de investidura, televisada en directo, contó con la participación de diputados miembros del partido gobernante Sueño Georgiano, los máximos cargos del poder judicial y otros altos invitados, pero los embajadores extranjeros acreditados en Georgia no asistieron en masa al evento.
Kavelashvili, quien había sido futbolista profesional antes de dedicarse a la política, fue aprobado como presidente de Georgia por 224 de los 300 votos del colegio electoral.
La presidenta saliente, Salomé Zurabishvili, cuyo mandato expira este 29 de diciembre, no reconoció la victoria de Sueño Georgiano en los comicios parlamentarios del 26 de octubre, apoyó las protestas de la oposición y se negó a abandonar el cargo "hasta que haya un parlamento legítimo".
El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, advirtió en más de una ocasión que Zurabizhvili se expondría a un arresto si perseverase en ocupar la residencia presidencial tras la investidura de Kavelashvili.
Por la mañana, unas dos mil personas se congregaron a instancia de Zurabishvili frente al palacio presidencial, en el centro de Tiflis.
La última jefa de Estado elegida por sufragio directo en Georgia anunció que va a desalojar la residencia tras la investidura de Kavelashvili y se unirá a la multitud como presidenta elegida por el pueblo.
Tras finalizar su discurso, Zurabishvili efectivamente salió de la residencia presidencial para unirse a los manifestantes. Además, Zurabishvili anunció la intención de pasar la víspera de Año Nuevo en la céntrica avenida Rustaveli, junto con otros detractores del actual Gobierno.
SPUTNIK