16 Jun
16Jun

TEHERÁN – La madrugada del lunes, Irán lanzó una segunda oleada de misiles contra territorios ocupados por Israel, lo que supone la décima descarga desde el inicio del conflicto. El ataque se produjo tras horas de intensa ansiedad en los territorios ocupados, donde los israelíes permanecieron atrincherados en refugios tras un ataque inicial cerca de la medianoche y una falsa alarma posterior.


A pesar de la férrea censura de las autoridades israelíes, las imágenes que circulaban en línea mostraban una gran central eléctrica en Haifa envuelta en llamas. Posteriormente, se reportaron cortes de electricidad generalizados en los territorios ocupados. Varios puntos de Tel Aviv también fueron alcanzados durante el último lanzamiento de misiles, y más videos muestran un gran número de ambulancias reunidas en un lugar afectado para recuperar los cuerpos. 


A primera hora de la medianoche, Irán atacó sitios estratégicos en el desierto del Néguev y Kiryat Gat, así como otras zonas de Haifa, causando importantes daños a la infraestructura militar y económica. El desierto del Néguev, objetivo frecuente de los ataques iraníes, alberga el complejo nuclear de Dimona y emplazamientos de misiles encubiertos. Kiryat Gat es un centro crucial de fabricación de semiconductores para el sector de tecnología militar de Israel.


En días anteriores, Irán atacó la mayor refinería de petróleo del régimen y más de 150 instalaciones militares y de inteligencia en los territorios ocupados.
La guerra entre Irán e Israel comenzó después de que el régimen lanzara ataques masivos contra edificios residenciales y plantas nucleares de Teherán en la madrugada del viernes. Los ataques israelíes posteriores se han centrado principalmente en infraestructura civil. Hasta la fecha, el régimen ha asesinado a siete oficiales militares iraníes, nueve científicos nucleares y más de 220 civiles iraníes.


Irán ha prometido continuar con los ataques hasta que Israel quede "indefenso".
El motivo de la última escalada israelí sigue sin estar claro, pero algunos expertos sugieren que el régimen pretendía incitar al malestar público contra el gobierno iraní. Otros señalan que Israel previó que el asesinato selectivo de líderes militares iraníes debilitaría la capacidad de Irán para tomar represalias efectivas, una expectativa que resultó ser falsa.

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