10 Sep
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La reciente ola de protestas en Nepal, protagonizada principalmente por la “Generación Z”, ha puesto al descubierto un complejo entramado de influencias externas y tensiones geopolíticas, tras la agitación social desatada en Katmandú, por una supuesta violación a la libertad de expresión de sus usuarios de plataformas tras la prohibición del gobierno nepalí de 26 redes sociales, y donde EEUU tiene sus manos metidas.

Aunque a simple vista las manifestaciones parecen ser una reacción espontánea a la prohibición de las redes sociales en Nepal, un análisis más profundo revela que podrían ser parte de una operación de mayor envergadura, con la participación activa del autoproclamado policía del mundo y supuesto defensor de la democracia global: Estados Unidos.

En consecuencia, el gobierno de Nepal ha acusado formalmente a Washington de orquestar un “cambio de régimen” utilizando como fachada el descontento de los jóvenes. Esta grave denuncia se sustenta en la evidencia de que organizaciones financiadas por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), una entidad ligada al gobierno estadounidense, están detrás de la financiación y organización de las protestas.

La raíz del conflicto no es la libertad de expresión, sino la soberanía nacional. El gobierno nepalí exigió a las empresas de redes sociales -en su mayoría con sede en EEUU- que se apegaran a las leyes locales y establecieran una sede administrativa en el país. Ante la negativa de estas compañías a cumplir con los requisitos legales, se implementó la prohibición.


Operación de cambio de régimen en Nepal

Según fuentes gubernamentales, la negativa de las empresas estadounidenses y la subsiguiente reacción de Washington no son una casualidad. Se percibe como un intento de desestabilización en una región de vital importancia estratégica, limítrofe con China y la India. La “Operación de cambio de régimen en Nepal: EE. UU. financia a la ‘Generación Z’ para desestabilizar la región a través de la prohibición de las redes sociales” se ha convertido en el titular que resume la visión oficial del gobierno sobre lo que está ocurriendo.

En este contexto, las protestas de la Generación Z, aunque genuinamente molestas por la restricción tecnológica, se han convertido en un vehículo para una agenda geopolítica más amplia. Lo que parece ser un problema de derechos digitales es, para el gobierno nepalí, una batalla por su soberanía y su capacidad de gobernarse sin injerencia extranjera.

NED: manos sucias de Washington

Detrás de estas manifestaciones que han encendido el país asiático, analistas apuntan a organizaciones financiadas por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), una entidad ligada al gobierno estadounidense, que ha fungido como mano negra de Washington para subvertir el orden político en varias naciones.

Siendo un ejemplo el caso de Venezuela, donde los ultraderechistas y prófugos de la justicia, Leopoldo López y María Corina Machado han recibido dinero de la NED para promover violencia en la nación bolivariana.

De allí que señale que la NED, tiene las manos metidas en las protestas de Nepal, bajo la excusa de promulgar la libertad de expresión.

Poner la cascabel al gato 

Vale recordar que el detonante surge a raíz de la prohibición por parte del gobierno de Nepal, de 26 plataformas de redes sociales, incluidas WhatsApp, Facebook, Instagram, LinkedIn y YouTube.

La prohibición entró en vigor después de que se diera una semana a estas redes sociales para registrarse ante el gobierno nepalí. Tenían hasta el 3 de septiembre para registrarse ante el Ministerio de Comunicaciones y Tecnologías de la Información.

Para evitar ser cerrados en el país, los sitios web tuvieron que nombrar un contacto local, un encargado de gestionar quejas y una persona responsable de autorregulación.

Un día después de la fecha límite, el gobierno emitió una directiva al regulador, la Autoridad de Telecomunicaciones de Nepal (NTA), para que cerrara los sitios web que no cumplían con la normativa. Un funcionario ministerial anónimo declaró a la agencia de noticias Reuters que algunas plataformas, como TikTok, Viber y WeTalk, se habían registrado ante el gobierno.Según el gobierno, los usuarios con identificaciones falsas en estas plataformas cometen actos maliciosos y ciberdelitos, alterando la armonía social. Alrededor del 90 % de los 30 millones de habitantes de Nepal utilizan internet, según un informe de la NTA de 2021.

En 2021, aproximadamente el 7,5 % de la población de Nepal vivía en el extranjero y dependía de plataformas como el Messenger de Meta para comunicarse con sus familiares en su país. Muchos nepalíes se han cambiado a Viber para comunicarse con sus familiares y amigos que trabajan en el extranjero como trabajadores migrantes.  


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