En medio de las especulaciones sobre la continuidad del acuerdo de seguridad AUKUS, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despejó las dudas al confirmar que su gobierno venderá submarinos nucleares de ataque clase Virginia a la Armada Australiana. El anuncio, realizado tras una reunión con el primer ministro Anthony Albanese en la Casa Blanca, marca un punto de inflexión en la cooperación estratégica entre ambos países y refuerza el compromiso de Washington con el fortalecimiento de la disuasión aliada en el Indo-Pacífico.
Durante el encuentro, Trump aseguró que el programa de submarinos “avanza rápidamente y muy bien”, subrayando que el proceso de transferencia tecnológica “ya está en marcha”. Con esta declaración, el presidente de los EE.UU. puso fin a meses de incertidumbre generada por la revisión del acuerdo iniciada por el Departamento de Defensa en junio, que había sembrado dudas sobre la voluntad estadounidense de cumplir los compromisos asumidos durante la administración de Joe Biden. “Australia obtendrá los submarinos”, afirmó tajante el presidente, quien ratificó que el acuerdo se encuentra “a toda máquina”.
El pacto AUKUS, firmado en 2021 entre junto al Reino Unido y Estados Unidos, contempla que Australia adquiera entre tres y cinco submarinos clase Virginia como paso previo a la construcción local de los futuros submarinos nucleares SSN-AUKUS. Estas nuevas unidades, que serán diseñados de manera conjunta por Australia y el Reino Unido, están previstas para entrar en servicio en la década de 2040. En el ínterin, la transferencia de los clase Virginia permitirá a Australia desarrollar su propia infraestructura, mano de obra calificada y experiencia operativa en el manejo de unidades de propulsión nuclear.
El secretario de la Marina estadounidense, John Phelan, quien participó en la reunión, explicó que la administración Trump busca “mejorar y clarificar algunos aspectos” del marco original de AUKUS, con el fin de hacerlo más beneficioso para las tres partes. Según Phelan, la intención es fortalecer la cooperación naval aliada y asegurar que el componente industrial de EE.UU. pueda sostener la producción simultánea de submarinos clase Virginia y los estratégicos Columbia-class, destinados a reemplazar a la actual flota de disuasión nuclear. Para Australia, las declaraciones de Trump significan una victoria política y estratégica.
El gobierno había invertido cuantiosos recursos en la expansión de su infraestructura naval, particularmente en la base HMAS Stirling y en la nueva instalación de Henderson, en Australia Occidental, donde se establecerá la Submarine Rotational Force-West enmarcada en los acuerdos AUKUS. Este destacamento, que comenzará a operar en 2027, recibirá submarinos de propulsión nuclear estadounidenses y británicos en régimen rotativo, fortaleciendo la presencia aliada en el Pacífico.
El anuncio también coincidió con la firma de un acuerdo bilateral sobre minerales críticos y tierras raras, considerados esenciales para la producción de tecnologías de defensa, semiconductores y vehículos eléctricos. El convenio, valorado en hasta 3.000 millones de dólares en inversiones conjuntas durante los próximos seis meses, apunta a reducir la dependencia occidental de las cadenas de suministro controladas por China. “Australia posee los recursos que el mundo necesita, y este acuerdo lleva nuestra relación con Estados Unidos al siguiente nivel”, afirmó Albanese, destacando el papel de su país como proveedor estratégico de litio, cobalto y manganeso.
La noticia llega apenas semanas después de que Australia diera un nuevo paso en el desarrollo de su futura flota nuclear al firmar un memorando de entendimiento con Rolls-Royce, mediante el cual se afianzará la cooperación tecnológica y la capacitación de personal para sostener los futuros submarinos SSN-AUKUS. La empresa británica, responsable de los reactores nucleares de la Real Armada, será la encargada de proveer la tecnología nuclear y formar la base industrial australiana, en lo que constituye un componente esencial del Pilar I del acuerdo trilateral.En conjunto, las recientes decisiones confirman que el programa AUKUS no solo se mantiene firme, sino que avanza hacia una fase de consolidación industrial y operativa. Con la venta de los clase Virginia como puente inicial, la cooperación en minerales estratégicos y la construcción de nuevas instalaciones en Australia Occidental, la alianza anglosajona refuerza su apuesta por un equilibrio de poder favorable en el Indo-Pacífico.
*Imágenes empleadas en carácter ilustrativo.-
Fuente: Zona-Militar.com