Colombia amaneció en shock este martes tras una serie de ataques simultáneos perpetrados por las disidencias de las FARC, bajo el mando de alias Iván Mordisco, que sacudieron al Cauca y Valle del Cauca.
Las explosiones, dirigidas principalmente contra establecimientos policiales, dejaron víctimas mortales, heridos y graves daños materiales, generando conmoción nacional.
Según reportes de medios locales, la Policía Metropolitana de Cali confirmó que varios sectores de la capital vallecaucana fueron impactados por artefactos explosivos. Uno de los episodios más graves ocurrió en el barrio Meléndez, donde una bomba estalló cerca de una estación de Policía, dejando un fallecido y varios heridos.
La Tercera División del Ejército Nacional detalló que los ataques se registraron en:
Además, gracias a la colaboración ciudadana, se capturó al conductor de una camioneta que presuntamente transportaba explosivos, así como a dos presuntos integrantes de las disidencias, vinculados al ataque en Corinto (Cauca).
La ola de terror se agrava con el atentado contra Miguel Uribe Turbay, precandidato del Centro Democrático, quien permanece en estado crítico pero estable en la Fundación Santa Fe.
El presidente Gustavo Petro responsabilizó a la mafia internacional del narcotráfico, sugiriendo que estos ataques son una represalia por los golpes contra el crimen organizado durante su gobierno.
«Hasta ahora y solo como hipótesis, pero con indicios muy fuertes, es que el autor del atentado sería la mafia con asiento internacional», afirmó Petro, señalando una supuesta "junta del narcotráfico con base en Dubái y Colombia".
Como medida de seguridad, el Gobierno reforzó la protección de figuras opositoras, entre ellas el expresidente Álvaro Uribe, la senadora María Fernanda Cabal, la precandidata Vicky Dávila y el abogado Abelardo de la Espriella.
Edison Burbano
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