El puerto Ras Issa, junto con los de Al Hudeidah y Salif, acoge aproximadamente el 70 por ciento de todas las importaciones y el 80 por ciento de la ayuda humanitaria que llega a Yemen.
Al menos 74 muertos y 102 heridos dejó el bombardeo efectuado por Estados Unidos el jueves contra el puerto petrolero de Ras Issa, en el mar Rojo, según informaron medios vinculados con los hutíes de Yemen.
Al Masirah, canal de televisión de los hutíes, indicó en su primer informe que el ataque de Estados Unidos había causado la muerte de 17 individuos y heridas a una treintena. No obstante, en la madrugada del viernes reportó la muerte de 38 individuos, mientras que 102 resultaron heridas, en un informe que fue replicado por la cadena catarí Al Yazira.
A través de un comunicado, el Comando Central de Estados Unidos (Centcom) afirmó que destruyó el puerto de combustible de Ras Issa, bajo el control de los hutíes a quienes señalan de obtener beneficios económicos y de estas infraestructuras para comercializar combustible y financiar sus operaciones .
El puerto Ras Issa, junto con los de Al Hudeidah y Salif, acoge aproximadamente el 70 por ciento de todas las importaciones y el 80 por ciento de la ayuda humanitaria que llega a Yemen, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU).Por su parte, EE.UU. y otras naciones denuncian que es empleado por los hutíes para la importación y exportación ilegal de petróleo.
Los hutíes culparon a los Estados Unidos por realizar un «crimen de guerra» con el bombardeo al puerto de Ras Issa.«Esta agresión completamente injustificada representa una flagrante violación de la soberanía y la independencia del Yemen y un ataque directo a todo el pueblo yemení«, declararon las fuerzas hutíes en un comunicado.
«El ataque tiene como objetivo una instalación civil vital que ha servido al pueblo yemení durante décadas, con el fin de impedirle recibir suministros esenciales y castigarlo por su postura justa y equitativa en apoyo del oprimido pueblo palestino», agregaron.
Los hutíes insistieron en que el ataque a esta infraestructura constituye «un crimen de guerra en toda regla, dado que el puerto es una instalación civil, no militar, que sirve a todos los yemeníes y no es el dominio exclusivo de un grupo específico».Por instrucciones del presidente Donald Trump, Estados Unidos comenzó el 15 de marzo pasado una intensa campaña de bombardeos contra posiciones de los hutíes en Yemen, con el propósito de disminuir las capacidades militares de los insurgentes y evitar más ataques contra la navegación comercial en el mar Rojo.
No obstante, los hutíes reaccionaron con ataques a embarcaciones bélicas estadounidenses y de Israel, y al tiempo reportaron que cerca de un centenar de individuos fallecieron a causa de los nuevos bombardeos de Estados Unidos.
TeleSUR