El organismo con sede en Washington destacó el rumbo del Gobierno argentino, esto tras la derrota en Buenos Aires y en el marco de crecientes presiones sobre el tipo de cambio. "El FMI le está hablando al mercado con un mensaje claro: garantizar que habrá dólares para abastecer la demanda de dólares hasta las elecciones", dijo a Sputnik un experto.
El Fondo Monetario Internacional volvió a dar una clara muestra de apoyo al Gobierno de Javier Milei tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, que recrudeció las tensiones financieras y cambiarias. Sin embargo, el organismo advirtió sobre el alza de las tasas de interés y sus efectos "negativos sobre la actividad económica".
El gesto llegó de la mano de la portavoz Julie Kozak, quien durante su habitual conferencia de prensa fue consultada por la situación en Argentina y el rumbo del programa del Ejecutivo. En ese marco, elogió el ajuste desplegado por la Casa Rosada. "Apoyamos la adhesión continua de las autoridades al ancla fiscal (...), así como su compromiso para salvaguardar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa", declaró.
Además, Kozak reveló que, luego de la caída del partido de Milei en los comicios del pasado domingo, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, mantuvo una comunicación telefónica con el ministro de Economía argentino, Luis Caputo. La vocera destacó que el organismo "reconoce el papel que ha desempeñado la política monetaria restrictiva para ayudar a limitar las trayectorias cambiarias hasta la inflación", uno de los ejes centrales de la atención del programa acordado con el Fondo.
No todos fueron elogios.
Además de la advertencia sobre la drástica suba de tasas de interés —y su impacto en la economía real—, la portavoz se refirió a la noticia cambiaria más relevante de las últimas semanas: la decisión del Gobierno argentino de intervenir en el mercado cambiario para contener el aumento del dólar, contrariando lo que había pactado con el propio FMI en el acuerdo firmado en abril.
Al respecto, Kozak aclaró que Washington "fue informado de las recientes intervenciones del Tesoro en el mercado de contado, que, según explicaron las autoridades, fueron una respuesta temporal a la mayor volatilidad del mercado". La declaración pone paños fríos ante una sensible situación en las reservas de divisas: durante las últimas dos semanas, el Ejecutivo vendió más de 500 millones de dólares ante las presiones sobre el tipo de cambio.
El gesto no es menor. Como auditor en última instancia del rumbo económico del Gobierno, el FMI busca tranquilizar a los mercados, los cuales —tras la indisimulable derrota del oficialismo— comenzaron a plegarse de dudas en torno a la sostenibilidad tanto del esquema cambiario como del ajuste fiscal en general, atentos a las derrotas parlamentarias del Ejecutivo en el Congreso, cuyas leyes forzaron a la Casa Rosada a liberar fondos "pisados" tanto para jubilados como discapacitados y provincias.
"El FMI le está hablando al mercado con un mensaje claro: garantizar que habrá dólares para abastecer la demanda de dólares hasta las elecciones nacionales del 26 de octubre", dijo a Sputnik el economista Francisco Cantamutto. De acuerdo al experto, "esta actitud no es insignificante: hay una clara señal de que este esquema va a mantenerse sin modificaciones, sobre todo en el tipo de cambio".Para el especialista, las declaraciones de Kozak llevan alivio a la Casa Rosada. "El Gobierno necesitaba este mensaje porque ya cada vez quedaba menos margen para una devaluación, que sería fatal antes de las elecciones. Después de la derrota en Buenos Aires, si había un salto inflacionario, terminaría de hundir el capital político del oficialismo", apuntó.
Desde un posicionamiento diferente, el economista Aldo Abraham destacó que la postura del Fondo es consecuente con su historia. En diálogo con Sputnik, el investigador de la Fundación Libertad y Progreso apuntó que "el FMI está apoyando a un Gobierno que hace lo que es correcto para ordenar la macroeconomía y terminar con el despilfarro".
Según el consultor, "siempre es positivo recibir apoyo internacional, y más en momentos de incertidumbre como el que vino después de la victoria del peronismo".
Si bien los efectos del respaldo aún están por verse —en la recepción del mercado a las declaraciones de los representantes del organismo—, las causas suscitan un debate mayor. Según Cantamutto, "el Fondo es un actor político que busca legitimar programas afines.
Esto trasciende a las necesidades del país, sino que hay una cuestión ideológica clara".
El economista citó el antecedente del crédito concedido al país austral en 2018, durante la presidencia de Mauricio Macri (2015-2019). "En aquel momento, Washington presionó al FMI para que terminara violando sus propios estatutos y aceptara una suma colosal, simplemente porque Macri era un aliado suyo en la región", apuntó."El Fondo está redoblando esfuerzos para cuidar el programa económico, ya con una abierta apuesta política. Esto choca contra la necesidad del FMI de cobrar su deuda, para lo que necesita reservas que hoy el Gobierno no está acumulando", remarcó Cantamutto.Abraham disiente con su colega.
De acuerdo al investigador de la Fundación Libertad y Progreso, el organismo multilateral de crédito "simplemente está apoyando un programa económico que busca terminar con la decadencia argentina y transformar al país en uno normal, frenando las décadas de inestabilidad económica a la que estamos acostumbrados".
SPUTNIK